La adolescencia es un periodo de cambios, donde se pasa de niños, a ser hombres y mujeres. Es un tiempo para asimilar este cambio ya que no son solo corporales, sino también emocionales.
Al no tener comunicación con sus padres sobre lo que son las relaciones sexuales y sobre los cambios que comenzaron a experimentar, ellas buscan dentro de sus pares las respuestas a sus preguntas y solucionar las inquietudes que tienen, dado que ellos están experimentando lo mismo y son capaces de hablar lo que sienten. Pero son sus pares los que con esa misma inexperiencia la llevan a cometer errores que terminan en embarazos adolescentes.
Estudios demuestran que el 60% de las madres pertenecen a familia cuyos padres están separados y un 40% no ha vivido en una familia estable.
Los riesgos en un embarazo adolescente son altos. Ya que una mujer inferior a los 20 años, no ha desarrollado su cuerpo para poder llevar un embarazo a término, dado su inmadurez hormonal y el incompleto desarrollo del útero, el niño es de bajo peso y los alumbramientos son precoces.
Al llegar el momento del embarazo, vemos como los adolescentes son presionados a madurar bruscamente. Por lo general los hombres dejan sus estudios y salen a trabajar, y las madres deben hacer lo mismo, pero para cuidar de su hijo. Dejan de lado las salidas con amigos, sus fiestas y la vida de adolescente común.
La deserción escolar es uno de los principales problemas para las madres adolescentes, ya que volver a la escolaridad es difícil y esto aumenta aun más la pobreza en las madres. Mientras que están embarazadas su rendimiento académico es deficiente ya que ellas optan por repetir, siendo el 100% de las adolescentes que cierra su año escolar antes de tiempo. Esta decisión la toman ya sea por vergüenza o por razones médicas como son el síndrome hipertensivo y el parto prematuro.
Como mencionamos anteriormente las madres adolescentes no están preparadas ya que siguen siendo niñas tanto cognitivamente, como afectivamente e incluso económicamente. Esto aumenta aun más la posibilidad de que estas madres vivan como allegadas y es mínima la posibilidad de que estos niños lleguen a vivir con sus padres. Esto produce que los padres no aporten económicamente a sus hijos y lleguen a dejar de verlos.
María Jesús: Condisero muy informativa, novedosa y actual tu publicacion. Son hechos que hoy en día son muy comunes, los cuales se deben evitar utilizando el máximos de herramientas posibles.
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