miércoles, 3 de noviembre de 2010

En el Lugar de Otro

Cuando la profesora nos planteó que teníamos que realizar una actividad de la vida diaria donde simuláramos una discapacidad, me pareció muy interesante de abordar ya que esto no lo realizamos diariamente y no es parte de nuestro diario vivir.

Comencé a pensar en una actividad que realice diariamente, la cual sea significativa para mí, siendo fundamental para vivir en un mundo social y que permita la supervivencia básica y el bienestar. La AVD realizada fue “Baño y ducha”, en la cual se deben usar los implementos necesarios para jabonar, enjuagar y secar las partes del cuerpo, manteniendo la posición en el baño.

La discapacidad que simulé fue no tener el miembro superior derecho. Utilicé este lado del cuerpo ya que soy diestra, por lo tanto, la idea era que me costara ducharme, teniendo un mayor grado de dificultad, puesto que si utilizara el brazo, ante brazo y mano derecha para asearme me costaría mucho menos.

Desde el primer momento en que ingresé a la tina, posicioné el brazo derecho en la parte posterior del cuerpo, es decir, en la espalda ya que si lo dejaba en la posición normal, en cualquier momento, inconcientemente, me ayudaría de este para lavarme el pelo y cuerpo.

Al momento de realizar la actividad pensaba en cómo cambiaría mi vida si la discapacidad simulada fuera cierta, todo sería muy distinto, pero a la vez, tendría que aprender a vivir con ella y salir adelante. Ahora me doy cuenta lo poco que valoramos nuestro propio cuerpo; todos los días realizamos nuestra rutina de forma muy normal y no nos percatamos de todo lo que ella conlleva, cada paso necesario para llegar a la acción. Estamos tan acostumbrados a tener todas nuestras funciones y estructuras corporales intactas y no valoramos realmente la función que cumplen cada una de ellas, siendo fundamental para cada día.

Al término de ducharme, sentí que la actividad no tuvo un gran grado de dificultad como pensaba, pero esto no quiere decir que no lo haya tenido. Por ejemplo, el brazo izquierdo se me cansó mucho ya que era el único que usaba, por lo tanto habían momentos en que tenía que bajarlo para descansar. Lo que más me costó fue jabonarme la axila y lado izquierdo de la espalda, puesto que no sabía la técnica para hacerlo, por lo tanto, estas dos partes no las pude asear de la forma más correcta posible. Otro aspecto en que me compliqué, fue que mi bálsamo está envasado en un recipiente redondo con tapa y al momento de volver a colocarle la tapa luego de utilizarlo, no podía ya que ésta se me resbalaba. Finalmente, logré volver a introducirla con ayuda de la cadera, pero no me resultó de la mejor forma.

Por otro lado, aprendí a valorar mi cuerpo y tomar conciencia de que mis estructuras y funciones corporales no se encuentran alteradas, puesto que las partes anatómicas de mi cuerpo como órganos, sistemas, sus componentes y las funciones fisiológicas se encuentran en buen estado.

También puedo decir, que las habilidades del desempeño, más utilizadas en el desarrollo de la actividad de baño y ducha, son las habilidades motoras y de procesamiento ya que por un lado, se necesita de mucha estabilidad para mantener el tronco controlado y equilibrado de modo permanente durante el aseo del propio cuerpo. Del mismo modo, se necesita de alineación para mantenerse correctamente en una posición, sin la necesidad de apoyarme en las paredes del baño durante el desempeño de la actividad. Además se necesita de mucha posición del cuerpo, de manera que promueva el movimiento del brazo de modo eficiente para lavarme correctamente.

Relacionado a las habilidades de procesamiento, es muy importante seleccionar correctamente los productos de aseo a utilizar y seguir el objetivo, para completar la tarea de baño y ducha.

Por otro lado, me di cuenta al realizar la actividad de todo lo que deben vivir las personas que presentan algún tipo de discapacidad. No es fácil vivir sin uno de los miembros superiores, puesto que, nuevamente hay que aprender a realizar todas nuestras actividades de la vida diaria, por ejemplo como fue en este caso “Baño y ducha” utilizando un nuevo método. Quizás, para algunas personas no sea tan complicado, pero para otras lo puede ser. Por este motivo es muy importante la ayuda de un Terapeuta Ocupacional, ya que estos nos ayudan, entregándonos las herramientas necesarias a lo largo del proceso de rehabilitación, hasta lograr, nuevamente, realizar nuestra vida de manera normal e integrarnos a la sociedad. Finalmente, si relacionamos la discapacidad con la discriminación, puedo decir que la gente nos puede mirar de forma diferente a como lo hacían antes, creyendo que somos menos personas. Por esta razón es muy importante, luchar cada día para romper la barrera que existe en la mayoría de las personas referente a la discapacidad. Todos somos personas y debemos tener los mismos derechos.

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